miércoles, 12 de diciembre de 2012

Una de Vaqueros (Con las Botas Puestas)


En el mes de noviembre se cumplió aquella maldición que sufre este impopular blog, que dicta que nunca se puede completar un año entero con al menos una publicación al mes. Nuevamente un item a mejorar en el ya inminente 2013, profecía Maya de por medio.

Gracias!
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       Sin ánimos de que esto sea interpretado como una mini clase/reseña sobre uno de los géneros del Cine Clásico Norteamericano, hoy quiero compartir con ustedes mis reflexiones respecto de una de las películas de mi Top 20 o tal vez Top 10 de todos los tiempos, y en particular sobre un género en el cual me introduje ya de grande: el Western.

       Considero al Western un género lejano a mi generación -tan lejano como el lejano oeste si se me permite el juego de palabras altamente redundante- que en realidad identificamos más con nuestros abuelos y sus películas de sábado a la tarde en la tele de aire que directamente con nuestros años de infantes. La nuestra fue una generación que si tuviesemos que identificarla con géneros determinados, supongo deberíamos hacerlo con la nueva ola de la Ciencia Ficción (Star Wars a la cabeza) y el Terror (de Halloween en adelante lo que gusten), ambas subidas a caballo de toda una nueva escuela de efectos especiales y magias varias de "detrás de cámara". Si, seguramente vimos comedias, acción, drama y demás siendo chicos; pero creo que las pelis "fantásticas" son las que más nos quedan en la memoria.

       La película en cuestión se llama The Searchers (o "Más Corazón que Odio" o "Centauros del Desierto" dependiendo del tipo de traducción que encuentren) y la protagoniza un tal John Wayne, tal vez les suene familiar el nombre. La historia, bien simple: un grupo de indios Comanche secuestra a la sobrina de Ethan Edwars (interpretado por Wayne) y asesina al resto de la familia; entonces Ethan se dispone a ir en búsqueda de su sobrina desaparecida.

Aquí el trailer, para clarificar un par de cosas:


        Dentro de la simpleza inicial de la historia, los pequeños detalles le agregan complejidad a esta estrucutra simple de "secuestro seguido de rescate" . Ethan Edwars es un soldado del bando de los derrotados durante la Guerra de Secesión en E.E.U.U., que vuelve a casa de su hermano 3 años después de finalizada la guerra. Ethan es un hombre que perdió su lugar de pertenencia, y no se haya dentro del nuevo orden de ese país que se encuentra en construcción, esta fuera del sistema. El buen Western -además de contar historias entretenidas de tipos que disparan a otros montando caballos- cumple un rol fundamental en la cinematografía estadounidense al momento de contar el origen del país, sus raíces, la construcción de "A Great Nation" (como le dicen allá). Independientemente de la simpatía que cada uno pueda llegar a tener o no respecto del país del norte, encuentro interesante la forma de retratar su propia historia através de un género.
 
El "Duque" y su cara de pocos amigos.

       La trama se vuelve espesa cuando la búsqueda comienza a consumir años de la vida de Ethan, y este comienza a sospechar que de seguir viva su sobrina con los Comanches es muy posible que ya haya adoptado su forma de vida y costumbres; el personaje de Ethan guardia un odio recalcitrante hacia toda persona que no sea de raza "pura" por así decirlo, y en particular hacia los Comanches (cuestión muy bien desarrollada desde el guión). Entonces su búsqueda es una contradicción en sí misma: quiere encontrar a su sobrina, pero bien podría no querer hacerlo. Es acá donde la idea de traducir el título original a "Más Corazón que Odio" tiene bastante sentido, en particular si prestamos atención al poco empeño que se pone en nuestro país a la hora de castellanizar el título de la mayoría de las películas foráneas conservando su sentido original.

       Otro elemento que vuelve atractivo al Western desde el punto de vista del espectador es la imagen. La mayoría de los títulos del género filmados a color hacían uso del Technicolor, un formato de película muy particular, cuyos colores saturados  dan un aspecto muy particular a la imagen, casi mágico diría, como si uno estuviese mirando una pintura muy realista (para más ejemplos ver El Mago de Oz o Cantando Bajo la Lluvia). Y el VistaVision, un formato de film que permitía capturar un tipo de imagen más amplia "horizontalmente" -o más widescreen para hablar con propiedad-, retrataba de muy buena forma los escenarios naturales del desierto, las montañas y los cañones; la imagen del Western es imponente, la inmesidad que retrata através de la imagen impacta.
 
Vistavision + Technicolor a enésima potencia!

ALERTA: de aquí al final todo será un terrible Spoiler! Queda ud. debidamente notificado.

       A fin de cuentas, cuando nuestro amigo Ethan logra recuperar a su sobrina -una joven adolescente Comanche- tras años de búsqueda, es justamente su corazón el que vence en última instancia al odio; la entrega a una familia amiga para que cuide de ella y sigue su camino como pueden ver acá:

         
      Esta escena final, con la puerta enmarcando la imagen, es marca registrada del director de la película John Ford, considerado el director del cine western por antonomasia; necesitaríamos un post aparte para poder hablar con propiedad del Sr. Ford. Esta imagen de una puerta (o una ventana veces) esta presente en muchas oportunidades en el film... Y en este caso cumple un rol netamente simbólico: Ethan entrega a su sobrina en la puerta de la casa, todos entran excepto él, que se queda afuera porque sabe que no pertenece a ese mundo, un mundo que -como dijimos al principio- ya no tiene lugar para él. Todos los personajes van saliendo de cuadro como si viésemos una obra teatral y un escenario que se vacía.

       Por otra parte esta película también marca el ocaso del Western como género épico y popular que definió una era; y en ese sentido Ethan en el umbral es también el reflejo del fin de un arquetipo de personaje, quien ya no tendrá ese lugar de privilegio en el cine, y sabe que ya no puede entrar. La postura de este hombre que pega la vuelta y termina caminando hacia la nada al cerrarse la puerta-a diferencia del hombre galopando hacia el ocaso del Western en modo "happy ending"- podría decirse que me produce melancolía, y eso es lo que para mí define al Western, una nostalgia llena de melancolía...pero la melancolía más épica que jamás podríamos llegar a imaginar.


Saludos y hasta la próxima!


2 comentarios:

Luzu dijo...

Si tan sólo mi abuelo hubiera sido capaz de explicarme alguna de estas cosas cuando daban las de "yon waine" (John Wayne)los domingos por la tarde, hubiera dormido muchas menos siestas y conocería mas del Western o (de las de couboiz, como decía él).
Particularmente me gustó mucho más "El bueno, el malo y el feo" pero quizás no es del ocaso del género y se nota.
Gracias por hacerme conocer las pelis que tanto le gustaron a mi abuelo.
Beso!

Ale Turdó dijo...

"El Bueno, El Malo y El Feo" es tambíen una excelente película, pero tiene 10 años menos que "The Searchers" y en realidad pertenece a un sub-género dentro del Western que se llama "Spaghetti Western", que eran un serie de westerns producidos en Italia y co-producidos con otros países, con alguna estrella en declive de Hollywood o alguna joven figura emergente (como por ej. Clint Eastwood en su momento). Y son un tipo de películas menos serias que el Western clásico, bastante tragicómicas y autoparódicas.

Gracias por pasar!